El trabajo requiere de un proceso de elaboración de la materia prima que va desde el cultivo de los materiales (bellota, chonta, junco, fibras vegetales), hasta el conocimiento de una fina técnica artesana.Celinda Sánchez a sus 79 años todavía aprieta una fina aguja entre sus dedos para trenzar las fibras que le darán forma al sombrero.Confiesa que aprendió los trucos del tejido a través de su abuela, cuando ella tenía apenas nueve años. “Gracias a este oficio pude contribuir al sustento familiar, porque recibo muchos pedidos de sombrero”,
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